La investigaciones sobre las emociones comprende un campo muy amplio ahora en el siglo XXI y cada vez toma más importancia, pues se trata de estudiar al individuo desde el “sentir y actuar”. Algunas teorías concuerdan con que la emoción en sí no produce resultados positivos en el individuo. No obstante, otras teorías se han encargado de demostrar la finalidad de las emociones -tanto positivas como negativas- para la supervivencia y la adaptación y, han indagado un poco más allá de las mismas emociones en las personas para conocer el entorno, el comportamiento, los cambios fisiológicos y las acciones del ser humano.
Las emociones comprenden algunas funciones como:
Adaptación: Acción de supervivencia, exploración de territorio, necesidad de protección, facilita adaptabilidad a los ambientes físicos, sociales, organizaciones cambiantes (especialmente en nuestros días).
Social: Las demostraciones emocionales nos permiten crear, mantener o disolver relaciones de acuerdo a nuestra experiencia emocional frente a estas interacciones. Cabe recordar que, nuestra comunicación no verbal también influye en la manera en la que nos relacionamos, puesto que transmite implícitamente lo que sentimos y lo que pretendemos hacer durante la interrelación.
Motivación: ¿Has experimentado un sin número de emociones cuando piensas en tus metas y objetivos? o mejor aún, ¿mientras los cumples?, perfecto! justamente la motivación y la emoción cohesionan: la motivación es movida por la emoción, es decir, de esta experiencia emocional depende el grado de motivación que se tenga y de esta forma nos estimula a emprender acciones de manera continua, movidos por emociones positivamente intensas.
Toma de decisiones: Debido a la influencia de las emociones en nuestra capacidad de decisión y en la calidad de la información que tenemos a nuestro alcance en el instante de emprender una acción. Está comprobado que, en el momento de tomar decisiones importante, influye con gran peso la emoción, antes que la cognición.
Hoy en día, son diversas las investigaciones que proporcionan información más precisa para entender este contexto emocional y la relación de elementos que este supone. Estas razones comprueban el evidente interés de ramas como la filosofía, psicología, neurociencia, sector salud, sociología, la educación, y no muy lejos: ámbitos como la economía, el marketing por ejemplo ha encontrado, entre otras ventajas en el estudio de las emociones del consumidor, una oportunidad importante en la decisión y hábitos de compra. Los departamentos de Recursos Humanos también implementan técnicas y estrategias que relacionan los evidentes beneficios de implicar las emociones y sentimientos de los colaboradores en pro del clima organizacional, la cultura corporativa, la creatividad y la innovación.
En definitiva, el contexto emocional está llamado a HUMANIZAR la empresa y la sociedad, esto con el fin de obtener un talento humano productivo y participativo, lo que conlleva a relacionarse implícitamente ante la variedad de sectores económicos y empresariales, la participación de la tecnología y la innovación, la diversidad cultural, los cambios sociales y ambientales. El aporte de las organizaciones es promover un entorno favorecedor y humano para sus colaboradores.
Afortunadamente, cada vez son más las organizaciones que se toman enserio su labor de trabajar con personas y para personas, se evidencia en los procesos de reclutamiento y selección con perspectiva humanista, gestión de personas por valores, las oportunidades de formación y desarrollo profesional, el reconocimiento, la flexibilidad y la búsqueda de un ecosistema empático, inclusivo y emocionalmente saludable. Sin embargo, también implica que colaboradores constituyan una organización sostenible y armónica.
Publicado en LinkedIn 2020
Imagen tomada de: Punset, E., Bisquerra, R. &Gea, P. (2017). Universo de emociones